-Sam, ¿Por que no me haces caso?, necesitamos vivir, ¡hazlo!
Sam tras una mirada triste y desganada dijo:
- No podemos hacerlo, somos una familia, nuestros hijos son el futuro
Erika miró a Sam tan fijamente que creyó que en cualquier momento el mismo estallaría
-Tenemos que terminar con esto.
Justo en ese mismo instante un asesino fugado que juró venganza al padre entró por la ventana abierta, y sin permiso arrebataba la vida de Sam con un disparo en la sien, Erika se acobardó, echo a llorar y se echó al suelo pidiendo clemencia, ella no quería morir.
Viendo esto, ex-presidiario ató a Erika a la cunas de los dos bebés en la habitación de al lado, y prendió fuego a la casa, las cunas blanquecinas ardieron, el papel color amarillo suave que pusieron a las paredes de la casa ardió.
Jamás sabremos cuando la cruel venganza vendrá a visitarnos y cuando llegue espero que vuestras ventanas estén cerradas.