Sueño a media noche.

Y allí estaba yo, tumbado en el suelo de mi baño, inconsciente, realmente no sé lo que me sucedió; os contaré el principio:
Todo empezó sobre las 3 de la mañana de un viernes en el que estoy durmiendo plácidamente, sin saber que el mal me está acechando cautelosamente entre las sombras.
Esto ya me había pasado antes, solo que sin tan trágicas consecuencias.
Empieza siendo lo clásico, tienes una sensación extraña que te hace levantarte de la cama y cuando intentas dormir no puedes.
En ese momento decidí levantarme ante los ojos de aquella luna que me mirada de una forma absurda a través de la ventana.

Soy irremediable, el miedo hace de mi vejiga una presa a punto de estallar. A sí que fui al baño, que por raro que parezca aquella puerta estaba abierta cuando normalmente está cerrada.
Entré aquel baño con una tenue luz que cada noche es alumbrada por la luz de la luna.
Y aquí es cuando me despierto del shock.
Pero, ¿que ha sido eso?, me levanto a toda prisa y reviso si estoy herido, no, no estoy herido aunque estoy un tanto mareado. Mis padres están durmiendo en una habitación bastante alejada de donde estoy  ahora mismo, ¿y si me vuelve a pasar lo mismo de antes?, ¿Y si no me creen?
Prefiero volver a mi cuarto donde no estoy realmente seguro de lo que ha ocurrido, me echo en la cama e intento conciliar el sueño, aunque sé que no dormiré.